Desde la Liga Diamantina de Fútbol, Municipalidad y Copnaf, comenzaron a trabajar arduamente en diversas problemáticas que afectan a jugadores y jugadoras. Además, anunciaron que lucharán contra el bullying infantil.
El lunes por la noche, las autoridades de la Liga Diamantina se reunieron con la Coordinadora de Copnaf, Silvia Salim; María Eugenia Maneiro, Promotora de Derechos; Juan Pablo Leonetti, Director de Deportes y la Directora de Desarrollo Social Maia Fuchs. El objetivo es la lucha contra el Bullying.
Por su parte, el Presidente de la Liga Diamantina, Matías Castañeda acordó tener reuniones frecuentes para trabajar en la problemática y abordaje del bullying. Este enfoque es fundamental en los tiempos actuales para el crecimiento y bienestar de los jóvenes. Los delegados de los clubes, profesionales y directivos participarán activamente en estas actividades
Al mismo tiempo, en las redes sociales de la LDF anunciaron el acuerdo para tener a lo largo del año diversas charlas, actividades y se brindará apoyo a niños y niñas que forman parte de todos los clubes.
También, desde la Municipalidad de Diamante, a través de la Dirección de Desarrollo Social, invitan a la Charla Dinámica “Bullying – Redes Sociales”, a cargo de Ayrton Oviedo. La misma está dirigida a estudiantes del Ciclo Básico de Escuelas Secundarias, y se realiza en el marco de las actividades programadas durante mayo “Mes de lucha contra el Bullying, Ciberbullying y otras formas de acoso”.
El bullying infantil, es un fenómeno que trasciende generaciones y culturas, sigue siendo un enigma para la sociedad moderna. A pesar de los avances en la comprensión y la conciencia pública sobre este problema, las soluciones efectivas siguen siendo esquivas. En medio de la preocupación creciente por el bienestar mental y emocional de los niños, el bullying emerge como un desafío urgente que requiere una atención continua y acciones concretas.
En su esencia, el bullying infantil implica un desequilibrio de poder, donde un niño o un grupo de niños ejerce repetidamente violencia física, verbal o emocional sobre otro niño. Este comportamiento, muchas veces sutil y difícil de detectar, puede tener consecuencias devastadoras en la vida presente y futura de las víctimas. Desde la disminución de la autoestima hasta trastornos de ansiedad y depresión, las secuelas del bullying pueden perdurar durante años, incluso décadas, afectando profundamente la salud mental y emocional de quienes lo sufren.